Sam y el emperador
- Karu Galea
- 29 nov 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 4 mar 2019
Atypical, "lo normal esta sobrevalorado".

Missac y yo hemos compartido, con la lealtad de cómplices, una de las series que nos marcó mucho por el tema, el personaje y la necesidad como madre que tengo de cada vez más entender y aprender qué podría suceder y cómo logra sentir a un adolescente Asperger. Atypical es una serie de televisión (emitida por Netflix) cuyo protagonista es Sam, un adolescente de 18 años, y su familia. Nos muestra cómo cada persona interactúa con él, la protección de la mamá desde que diagnosticaron a Sam, estando en cada sesión y en cada terapia hasta el hecho de sentirse ahora prescindible a medida que Sam desea alcanzar mayor independencia e incluso poder tener una novia.
Cuando se habla de una persona con autismo de alto funcionamiento vemos claramente cómo se remarcan las dificultades en la comunicación, en lo social y lo emocional; vemos sus obsesiones y fijaciones, así como el comportamiento repetitivo que presentan. Esto llamó mucho su atención, pues se dio cuenta de que son tan distintos y tan iguales en algunos aspectos.
No voy a contarles detalles, pues quitaría la oportunidad de que ustedes mismos puedan tener su propia apreciación; sin embargo, estamos entusiasmados y esperamos la tercera temporada, pues me emociona seguir siendo cómplice de Missac en la espera de algo que para nosotros nos mueve en cada capítulo. Compartimos, opinamos y veo cómo él se confronta con los personajes que giran en torno a Sam. Pero quien mejor que Missac, mi emperador, para contarles cómo sintió la última temporada:
“Sam es un adolescente autista de 18 años que está a punto de salir del colegio, el cual voy a mencionar. Es una persona muy estudiosa la cual se dedica a dos cosas importantísimas para el ser humano: el arte y la ciencia; y eso me encanta, ya que las dos a la vez funcionan una junto a la otra. Yo hasta ahora estudio tres temas que son historia, arte y un poco de música. También me gusta que sea gracioso a la hora de estar con amigos o con otras personas, como cuando rechazo a Peig y ella decapitó al pingüino de peluche con una navaja enfrente de su puerta. Lo que no me gusta es que a veces llega a repetir malos consejos o acciones de Casey o Zahit; por ejemplo, en el primer episodio, cuando Casey llega a decir tarado y de repente llega Evan, el novio de Casey, y entonces le dijo tarado; o también cuando Zahit estaba fumando marihuana y entonces viene su jefe y lo iba despedir, pero en eso llega Sam y dice: ‘Yo era el que consumía marihuana, era a causa de mi autismo’. Eso de mentir le enseñaron Zahit junto a Casey. Sam es una persona independiente, estudioso, generoso (como cuando se ofreció a leerle el discurso por Peig) y una muy buena persona. Me gusta que ame los pingüinos, pero no que odie a los gatos”.
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