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Masculino y femenino

  • Foto del escritor: Karu Galea
    Karu Galea
  • 12 dic 2018
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 4 mar 2019

"Revolución caliente".

Lleva escrito en su puerta "Revolución caliente", cual pregonero decimonónico (época que se ha convertido en su favorita, le inspiran las batallas y los personajes que lucharon por alcanzar nuestra Independencia como República), llevando este pregón a nuestros tiempos. La independencia se ha convertido en su bandera, una búsqueda de su identidad en un mundo aún dominado por el machismo, la homofobia, las desigualdades de género, que sigue enseñando a sus varones a negar su lado femenino, que no es "débil" para nada, que le permite abrazar por el gusto de demostrar que te quiere, te ama y no teme demostrarlo. Sentirse mujer y no temer decirlo, porque entiendo que la lógica de Missac va más por el lado de negarse a pertenecer a un género que abusa y comete violencia, todos los días, contra la mujer es ir en contra de su género por no estar de acuerdo con el abuso y aceptar su lado femenino fuera de estereotipos y con plena libertad.


Lee en las noticias: "Chile promulgó una Ley de Identidad de Género que permitirá cambiar el sexo en documentos desde los 14 años...". “¿Escuchas, mamá? Chile nos lleva la delantera en un principio muy importante, nuestra identidad. ¿Cuándo será el día aquí en Perú se declare lo mismo?”. Yo solo le contesto: “Missac, es progresivo, estas declaraciones aquí demorarán”. “Yo quisiera que me reconozcan mujer”, me dice. “¿Mujer? ¿Te sientes mujer?”, le respondo. “A veces, me gusta ser varón, pero también me siento como mujer sobre todo porque los de mi género aquí siguen siendo machistas y eso no me gusta”, me responde él. “Para luchar por los derechos y la igualdad entre ambos géneros, no es necesario ser mujer, es el deber de todos”, le digo yo. “¡Que me reconozcan entonces mujer y varón! ¡Que me reconozcan como un ser humano femenino y masculino!”, termina él, decidido.






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